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Falta de Personal en las Capitanías Marítimas provoca retrasos en la gestión de expedientes
La creciente falta de personal en las capitanías marítimas de España está generando importantes retrasos en la tramitación de expedientes administrativos, lo que afecta tanto a profesionales del sector marítimo como a la náutica recreativa.
La creciente falta de personal en las capitanías marítimas de España está generando importantes retrasos en la tramitación de expedientes administrativos, lo que afecta tanto a profesionales del sector marítimo como a la náutica recreativa. Este problema se ha agudizado en los últimos meses, mientras la carga de trabajo sigue en aumento.
Entre los expedientes más afectados se encuentran las solicitudes de despachos de embarcaciones, renovaciones de títulos profesionales y autorizaciones para actividades marítimas. Estos retrasos, que en algunos casos superan los plazos establecidos por la normativa, están causando frustración entre los usuarios y poniendo en riesgo el cumplimiento de las temporadas de actividad comercial marítima.
Ante esta situación, contar con el apoyo de una buena gestoría náutica se ha convertido en una medida indispensable. Estas empresas especializadas pueden agilizar los trámites, ahorrar tiempo y reducir costes para los interesados, gracias a su experiencia en la gestión de documentación marítima.
Las asociaciones del sector marítimo han señalado que esta problemática es resultado de una combinación de factores, entre los que destacan la falta de recursos asignados a las capitanías y las dificultades para cubrir plazas debido a los requisitos específicos de formación y experiencia. Asimismo, urgen a las autoridades a adoptar medidas inmediatas, como la apertura de nuevos procesos de selección y la digitalización de trámites para aliviar la carga administrativa.
Por su parte, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha reconocido la situación y ha asegurado que está trabajando en la mejora de los recursos humanos y técnicos de las capitanías. No obstante, los sectores afectados insisten en que se necesita una respuesta más ágil para garantizar el correcto funcionamiento de los servicios marítimos y preservar la competitividad de la industria.